30.11.23

Expléndido "El Descendimiento de la Cruz" de Roger van der Weyden


Todos tenemos una obra o varias obras de Arte que son nuestras favoritas por diversos motivos. El cuadro “El Descendimiento” del pintor Roger van der Weyden y que se puede ver en el Museo del Prado,  es un ejemplo de obra pictórica que sorprende en la primera mirada, que te atrapa nada más entrar en la sala en donde está depositado y expuesto. Se realizó sobre 1435 al óleo. 

Es una obra grande, pintada sobre madera, de casi tres metros de ancha, en donde nos muestra el momento en que ya cadáver, se desciende a Cristo de la Cruz, en presencia la Virgen, de San Juan y de una de las santas mujeres que les acompañan. 

José de Arimatea, Nicodemo y un ayudante desconocido son los que bajan a Cristo yacente hasta el suelo.

Al entrar en la sala en donde está la obra surge le primera duda, nada más verlo de lejos. 

¿Es una escultura enmarcada o un cuadro pintado casi en 3D? 

El juego de sombras, la maestría en lograr un efecto de luz como si se tratara de una imagen real, sorprende.

Este cuadro en relieve, pintado plano pero logrando un efecto visual sorprendente, juega con el espacio limitado aunque grande para mostrarnos imágenes de tamaño casi real, en donde vuelven a sorprender los rostros, las gestos, las miradas, las posiciones de todos ellos formando figuras geométricas que nos obligan a mirar de una manera determinada el conjunto.

Simplemente hay que admirarlo y dejarse llevar por la realidad de la obra y de un trabajo excepcional de Roger van der Weyden. Las lágrimas de las mujeres son de una expresión tremenda y una técnica maravillosa.