18.9.13

Francisco Pradilla y su “La reina doña Juana La Loca, recluida en Tordesillas”



Francisco Pradilla y Ortiz, pintor aragonés del siglo XIX y XX, considerado el mejor pintor aragonés tras Goya, es un artista donde sus más abundantes y cotizadas creaciones se pueden encuadrar entre la pintura de género bien de inspiración popular italiana o bien de asuntos de costumbres madrileñas, si bien son sus cuadros históricos los más conocidos y valorados.

El cuadro “La reina doña Juana La Loca, recluida en Tordesillas con su hija, la infanta doña Catalina” pintado casi al final de su carrera, tuvo varias versiones, algo distintas entre ellas, de las que os dejamos dos para que se puedan ver diferencias y casi obsesión por esta obra.


Elige Pradilla como argumento pictórico de su composición histórica el pasaje de la reclusión de la Reina Juana La Loca en el Castillo de Tordesillas (Valladolid), donde quiso encerrarse de por vida junto al cadáver de su esposo. Así, la reina aparece en el interior de una amplia estancia, sentada junto a un ventanal por el que puede verse el austero paisaje castellano, rodeada de su hija, de una asistenta y de una dama de compañía. A la izquierda de la obra, al fono, se ve una habitación oscura donde reposan los restos de su marido.

Cuadro de gabinete pintado por Pradilla en plena madurez de su carrera y facultades, que testimonia una vez más el interés de este pintor durante toda su vida por la atormentada figura de la reina doña Juana de Castilla, tema predilecto de sus composiciones históricas. Elige como argumento de su composición histórica el pasaje de la reclusión de la soberana en el Castillo de Tordesillas (Valladolid), donde quiso encerrarse de por vida junto al cadáver de su esposo. Así, la reina aparece en el interior de una sobria estancia, sentada junto a un ventanal por el que puede verse el austero paisaje de llanura ante el que se yergue esta ciudad vallisoletana. Extasiado su pensamiento por el recuerdo de su amado esposo muerto, abandona la lectura de un libro apoyado en el alféizar y dirige su