30.3.14

Si te castigan al rincón aprovecha en mear a gusto

Cuando de pequeños nos castigaban “al rincón” no podíamos suponer que nos mandaban a mear, a la mierda, a oler lo que no nos gusta. 

Ir al rincón puede suponer un castigo pero también una desahogo. 

Depende de la ganas de mear.