A través de estas imágenes que entran por los ojos para provocar sensaciones, Cattelan y Ferrari, parecen criticar una sociedad dominada por el consumo y el reino de la apariencia. Cada imagen, cuidadosamente construida, tomado de lo kitsch, lo sublime y absurdo, intenta volver a examinar mejor los códigos de la moda, la publicidad y el cine, creando nuevas formas de entender los obvio.
Como dignos herederos de "Hara Kiri", Cattelan y Ferrari rompen con la normalidad y no dudan en crear sensaciones incluso asquerosas. Buscan sorprender con imágenes llenas de colores saturados y representaciones explosivas para provocar miedo pero también para el placer visual.